Interpretar no es improvisar: cómo prepararse para interpretar en un juicio

Si todavía hay alguien que no sepa a qué nos referimos los intérpretes con «la preparación», este podría ser un buen ejemplo.

En este caso, este es mi método para prepararme para este juicio en concreto, pero cada encargo requiere un enfoque diferente y hay mil maneras de prepararse.

Cronología y personas implicadas: lo primero es lo primero. Para no perderse en el juego del «Quién es quién», reviso todos los documentos del caso, creo un archivo en Excel, ordeno cronológicamente los eventos más importantes y hago una lista con todos los nombres, indicando quién es cada persona. Esto me ayuda a tenerlo todo organizado y poder refrescar mi memoria rápidamente si las audiencias se retrasan o necesito consultar información semanas después.

Vocabulario: ahora toca empaparse con la terminología específica del caso. Utilizo recursos en línea para recopilar sinónimos, expresiones y frases relevantes relacionadas con el tema.

Toma de notas: para practicar la toma de notas, creo diálogos ficticios entre los abogados y el juez con herramientas de inteligencia artificial y conversión de texto a voz. Esto me permite evaluar si necesito símbolos específicos para este encargo en particular.

Comentario final: el trabajo no termina cuando salgo de la sala del juzgado. Al llegar a casa, actualizo mi glosario con los términos que me pillaron por sorpresa y que tuve que reformular sobre la marcha. Siempre habrá palabras nuevas que me desafíen en el futuro, pero al menos, quiero asegurarme de que no sean las mismas que esta vez.

 

Detrás de cada interpretación hay horas de preparación.